Coach adrián
Cosío García

    Ha sido un viaje largo encontrar mi vocación profesional, ahora veo que siempre ha estado ahí y aunque parece que la vida conspiraba en mi camino, más bien todas las experiencias me han formado para este momento.


    Desde pequeño el deporte siempre ha sido una pieza fundamental en mi vida, y cuando tenía solo 10 años inicié escalando en roca, enamorado por la libertad de la naturaleza y el desafío personal en cada ruta.


    Hoy puedo reconocer que mi lado empresarial también disfruta de esa libertad y esos desafíos personales; ambos caminos parecen estar mezclados. 

    Basta con recordar que después de trabajar 9 años en la multinacional más importante de América en telefonía móvil y con mucha proyección de crecimiento, tomé la decisión de ser empresario.

    A pesar de los fallos y las caídas empresariales, me he levantado con un esfuerzo más inteligente, buscando más conocimientos y desarrollando nuevas habilidades, siempre preguntándome

    ¿Qué vas a hacer diferente esta vez para tener mejores resultados?

    Escalando intentas planear tu camino sobre la roca, pero la realidad es que vas tomando decisiones conforme avanzas, un pie aquí y una mano por allá. Lo mismo pasa en los negocios, planeamos esperando un cielo despejado y un camino recto, pero tenemos que dar giros, cambiar de ritmo, de ruta, una decisión por aquí, una más por allá. Decisiones y acciones que eviten el agotador momento de estar colgado, en pausa, estancado.


    En este proceso empresarial me han ayudado muchas personas, amigos, expertos, coaches, mentores. Reconozco que no hubiera llegado muy lejos sin ellos. Fué en este reconocimiento que encontré mi vocación profesional, desde ese momento afirme “yo quiero hacer lo que ellos han hecho conmigo”.  


    Cuándo encuentras tu vocación quieres dar lo mejor, así que con el camino recorrido en una multinacional, con mis años de empresario y los aprendizajes en mi vida y mi deporte continúo preparándome, hasta hoy 4 certificaciones internacionales sobre estrategia, liderazgo, trabajo en equipo y desarrollo mental, decenas de cursos y un ritmo de lectura imparable; este ha sido mi estilo de vida durante los últimos 6 años, una vida de mejora continua en la que he trabajado con más de 150 empresarios, pero hoy quiero ayudar a tantos empresarios como me sea posible, colaborar en construir un mejor futuro para todos.


    Tanto en el deporte como en la vida profesional he aprendido de disciplina, resiliencia, esfuerzo, desahogo, perseverancia y mucho más. Pero no fué sino hasta participar en el maratón de Boston que aprendí mi mayor lección, a solo 800 metros de la meta, 2 bombas de un acto terrorista me hicieron vivir una de las experiencias más duras de mi vida, “pensar haber perdido a mi esposa”. Me sentí derrotado y lleno de miedo. Pero aprendí a entender el poder de la mente y las emociones en nuestro actuar y por eso cree el modelo Espiral y hoy desarrollo empresarios en sus modelos mentales, en su capacidad de aprendizaje y competencias cognitivas, aquí reside la diferencia y el poder humano.


    Hoy estoy convencido que la única forma de llegar a grandes resultados es a través del desarrollo personal.


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